Qué hacer en... LISBOA?
Lisboa, la capital de Portugal, es una ciudad que combina tradición y modernidad en un entorno lleno de historia, cultura y belleza natural. Conocida por sus colinas, calles empedradas, tranvías históricos y miradores con vistas al Atlántico, Lisboa ofrece una experiencia única a sus visitantes. Desde el majestuoso Monasterio de los Jerónimos hasta el vibrante barrio de Alfama, cada rincón de Lisboa tiene su propio encanto. En esta nota, exploraremos las mejores atracciones de Lisboa que no te puedes perder. Descubre todo lo que hace de Lisboa una de las ciudades más fascinantes de Europa.
1. El Monasterio de los Jerónimos
El Monasterio de los Jerónimos, situado en el barrio de Belém, es uno de los monumentos más impresionantes de Lisboa y un símbolo de la era de los descubrimientos portugueses. Construido en el siglo XVI, este majestuoso monasterio de estilo manuelino fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En su interior, los visitantes pueden admirar el intrincado claustro, los detalles tallados en piedra y las tumbas de figuras históricas importantes, como Vasco da Gama y el poeta Luís de Camões. Muy cerca se encuentra la famosa Torre de Belém, otro icono de la ciudad que merece una visita. El Monasterio de los Jerónimos es una parada obligada para quienes desean explorar la rica historia y arquitectura de Lisboa.
2. El Barrio de Alfama
Alfama es el barrio más antiguo de Lisboa y uno de los más pintorescos y auténticos de la ciudad. Con sus estrechas calles laberínticas, casas encaladas y miradores con vistas espectaculares, Alfama ofrece una experiencia única para los visitantes. Este barrio es conocido por ser el corazón del fado, la música tradicional portuguesa. Pasea por sus callejuelas, visita la Catedral de Lisboa (Sé) y sube hasta el Castillo de San Jorge, desde donde disfrutarás de unas vistas impresionantes de la ciudad y el río Tajo. No te pierdas la oportunidad de cenar en uno de los restaurantes locales mientras escuchas fado en vivo. Alfama es el lugar perfecto para sumergirse en la esencia de Lisboa.
3. La Plaza del Comercio
La Plaza del Comercio (Praça do Comércio), situada a orillas del río Tajo, es una de las plazas más grandes y emblemáticas de Lisboa. Rodeada de elegantes edificios de color amarillo y con el majestuoso Arco de la Rua Augusta como entrada al centro histórico, esta plaza ha sido el centro del comercio y la vida pública de la ciudad durante siglos. Pasea por su amplio espacio abierto, disfruta de las vistas del río y relájate en una de las terrazas de los cafés que bordean la plaza. No te pierdas el Museo de Lisboa, ubicado en la plaza, para aprender más sobre la historia de la ciudad. La Plaza del Comercio es también el punto de partida perfecto para explorar el barrio de Baixa y sus animadas calles comerciales.
4. El Tranvía 28
El Tranvía 28 es uno de los símbolos más queridos de Lisboa y una forma única de explorar la ciudad. Este tranvía histórico, con sus vagones amarillos y de madera, recorre algunos de los barrios más emblemáticos de Lisboa, como Graça, Alfama, Baixa y Estrela. Durante el trayecto, podrás disfrutar de vistas panorámicas, subir y bajar colinas empinadas y pasar por estrechas calles empedradas. El recorrido en el Tranvía 28 te llevará a través de lugares icónicos como el Castillo de San Jorge, la Catedral de Lisboa, la Basílica da Estrela y numerosos miradores con vistas impresionantes. Es una experiencia imprescindible para cualquier visitante que desee ver Lisboa de una manera auténtica y pintoresca.
5. El Barrio de Belém y la Torre de Belém
El barrio de Belém es uno de los lugares más históricos de Lisboa, lleno de monumentos relacionados con la era de los descubrimientos. Además del Monasterio de los Jerónimos, Belém es hogar de la famosa Torre de Belém, una fortaleza construida en el siglo XVI para proteger la entrada al puerto de Lisboa. Esta torre, también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura manuelina. Los visitantes pueden explorar sus torres y mazmorras, así como disfrutar de vistas panorámicas del río Tajo. Belém es también el lugar perfecto para probar los famosos pasteles de nata en la pastelería Pastéis de Belém, que ha estado sirviendo estas delicias desde 1837. Un paseo por Belém te permitirá sumergirte en la historia y los sabores de Lisboa.