¿Qué hacer en... MILÁN?
Milán, la capital mundial de la moda y el diseño, es una ciudad vibrante y elegante que combina su rica historia con una energía moderna e innovadora. Conocida por sus tiendas de alta costura, su arte renacentista y su vibrante escena cultural, Milán es mucho más que un destino de compras. Desde la imponente Catedral del Duomo hasta las obras maestras de Leonardo da Vinci, cada rincón de la ciudad cuenta una historia. En esta nota, exploraremos las mejores atracciones de Milán que no te podés perder. ¡Descubrí todo lo que hace de Milán una de las ciudades más fascinantes de Italia!
1. Duomo de Milán
El Duomo de Milán es una de las catedrales góticas más grandes y espectaculares del mundo, y un símbolo icónico de la ciudad. Su construcción comenzó en el siglo XIV y, tras siglos de trabajo, se completó en el siglo XIX, lo que le confiere una mezcla fascinante de estilos arquitectónicos. El Duomo se destaca por su impresionante fachada de mármol blanco con más de 130 agujas y 3,400 estatuas que adornan cada rincón del edificio. Uno de los mayores atractivos es subir a la terraza del Duomo, desde donde podés caminar entre las agujas y disfrutar de una vista panorámica espectacular de la ciudad y, en los días despejados, de los Alpes. En el interior, no te podés perder las coloridas vidrieras, el crucifijo del siglo XV y el icónico altar mayor. Visitar el Duomo es sumergirse en la historia de Milán y maravillarse con su grandiosa arquitectura que ha perdurado a lo largo de los siglos.
2. La Última Cena de Leonardo da Vinci
Uno de los mayores tesoros artísticos de Milán es la icónica obra maestra de Leonardo da Vinci, La Última Cena (Cenacolo Vinciano), ubicada en el Convento de Santa Maria delle Grazie. Esta pintura mural, realizada entre 1495 y 1498, es considerada una de las más importantes en la historia del arte, representando el momento en que Jesús anuncia que uno de sus discípulos lo traicionará. La pintura ha sobrevivido siglos de restauraciones, guerras y el paso del tiempo, lo que la convierte en una joya invaluable. Debido a su delicado estado, las visitas a La Última Cena son limitadas y es necesario reservar con anticipación, pero la experiencia de ver esta obra maestra de cerca es inigualable. Cada detalle de la composición refleja la genialidad de Da Vinci, desde las expresiones dramáticas de los apóstoles hasta el manejo innovador de la perspectiva. Si sos amante del arte, esta es una visita obligada en Milán.
3. Galería Vittorio Emanuele II
La Galería Vittorio Emanuele II es más que un centro comercial; es una obra maestra de la arquitectura del siglo XIX y uno de los lugares más emblemáticos de Milán. Conocida como “el salón de Milán”, esta majestuosa galería, con su techo de cristal y hierro en forma de cruz, alberga algunas de las tiendas de lujo más famosas del mundo, como Prada, Gucci y Louis Vuitton, así como cafés y restaurantes elegantes. Construida entre 1865 y 1877 en honor al primer rey de la Italia unificada, la galería es un ejemplo impresionante de la arquitectura neorrenacentista y un punto de encuentro para locales y turistas. En el centro de la galería, no te olvides de girar sobre el talón en el mosaico del toro, un gesto que según la tradición trae buena suerte. La Galería Vittorio Emanuele II es el lugar perfecto para pasear, hacer compras o simplemente admirar el esplendor de la Milán más elegante y sofisticada.
4. Teatro alla Scala
El Teatro alla Scala es uno de los teatros de ópera más famosos y prestigiosos del mundo, y un símbolo del arte y la cultura de Milán. Inaugurado en 1778, La Scala ha sido el escenario de innumerables estrenos y actuaciones legendarias de ópera y ballet, protagonizadas por algunos de los artistas más grandes de la historia, como María Callas y Luciano Pavarotti. El edificio en sí es una joya arquitectónica, con su elegante fachada neoclásica y un interior decorado con terciopelo rojo y detalles dorados. Asistir a una función en La Scala es una experiencia única, pero si no podés conseguir entradas, el teatro también ofrece visitas guiadas para conocer su historia y visitar el museo, que alberga una colección de trajes, instrumentos musicales y retratos de compositores famosos. La Scala es un lugar donde la tradición y la excelencia artística se unen, haciendo de él una visita obligada para los amantes de la música clásica y la ópera.
5. Castillo Sforzesco y el Parque Sempione
El Castillo Sforzesco es uno de los monumentos históricos más importantes de Milán y un testimonio del poder de la familia Sforza durante el Renacimiento. Construido en el siglo XV, este imponente castillo ha sido restaurado y hoy alberga varios museos que incluyen artefactos históricos, esculturas y obras de arte, entre ellas, la famosa Piedad Rondanini, la última escultura inacabada de Miguel Ángel. Pasear por el castillo te permitirá descubrir su fascinante historia, desde su uso como fortaleza hasta su transformación en un centro cultural. Justo detrás del castillo se encuentra el Parque Sempione, uno de los espacios verdes más grandes y hermosos de la ciudad. El parque es ideal para relajarse, hacer un picnic o caminar entre sus senderos y lagos, y también alberga la Torre Branca, que ofrece vistas panorámicas de Milán. El Castillo Sforzesco y el Parque Sempione son dos joyas que combinan historia, cultura y naturaleza en pleno corazón de la ciudad.